martes, 26 de julio de 2011

ENCRUCIJADAS-ZONAS DE RIESGO



Todas las legislaciones del mundo establecen las velocidades máximas a las que se deben ajustar los conductores al llegar a una encrucijada.
¿Por qué la ley estipula una máxima para las encrucijadas? La respuesta parece obvia, pero entonces ¿porque no se respeta? Ahora las respuestas no parecen tan fáciles.
Y la segunda gran pregunta es ¿Por qué se concede la prioridad de paso en una intersección al conductor/vehiculo que ingrese por la derecha.?
Ambas disposiciones no resultan del capricho del legislador sino que se ajustan a las especiales condiciones de riesgo que aparecen al transitar por encrucijadas y, en particular, en las intersecciones urbanas, donde se acreciente por las razones que veremos más adelante.
Ser un buen conductor tiene una ventaja extra a la hora de salir a la vía pública aunque ello no nos asegure una circulación libre de situaciones riesgosas, pues muchos factores ajenos a nosotros se ponen en juego y atentan contra la seguridad de los usuarios del espacio común.
Las situaciones sorpresivas pueden llegar desde otros usuarios de la calzada como también de cuestiones inherentes a la estructura vial y a las condiciones climáticas.
Al no respetar el límite máximo en las encrucijadas dejamos abierta la puerta al siniestro, ya que si nos encontramos con otro vehículo, se nos hace muy difícil evitar la colisión, y se vuelve casi imposible si el otro conductor viene también por arriba de la máxima establecida. Y esto es independiente a que ambos chóferes sean excelentes conductores y que vengan completamente atentos a la circulación.
La colisión se produce de todas formas porque físicamente no es posible evitarla. El espacio que hay desde que percibimos al otro vehículo, hasta el punto en que los dos se encontrarán y colisionarán es muy reducido para:
1. percibir el peligro y luego reaccionar (pisando el freno o intentar una maniobra evasiva)
2. controlar la eficiencia del frenado del vehículo propiamente dicho o alguna otra maniobra.
Mucho se recomienda a diario invitando a los conductores a controlar la velocidad en las intersecciones de calles y, por lo tanto, no agregaremos nada nuevo en esta materia, pero es importante escapar de ese lugar común y aportar magnitudes y dimensiones, que ponen el tema en una perspectiva más cierta y, sobre todo medible, haciéndola racional y, por lo tanto, mucho más convincente.
Con algunos datos y cálculos, muy simples, proporcionamos al lector conceptos básicos sobre el frenado y la velocidad en los automóviles.
A 30 km/h recorremos un longitud cercana a los 8.5 metros por segundo,
En una calzada seca y en buen estado, circulando con las ruedas bloqueadas por los frenos, a esa velocidad recorremos algo más de 5 metros.
Si un conductor circula en su vehículo y enfrenta la sorpresa de otro que aparece en la intersección, recorrerá 18/20 metros hasta que el vehículo se detenga totalmente, considerando que tarda 1.5 segundos en reaccionar.
Pero no todo es tan exacto. Si la calzada está mojada y el conductor tiene edad avanzada, esa distancia de detención aumentará a 24/28 metros, pues disminuye el rozamiento sobre la calzada y aumenta el tiempo de reacción de 1.5 a 2/2.5 segundos
Y si llueve intensamente y la visibilidad disminuye, la distancia de frenado puede llegar sin mucho error a los 30 metros o más. En estos casos la colisión es casi inevitable.
De aquí se infiere que el esfuerzo de las normas de tránsito se aplica a cubrir los riesgos más elementales de una encrucijada y también que debe conducirse con el mayor respeto por las disposiciones de la Ley.
Nos interesa ilustrar un caso que será útil para hacer más demostrativo este texto.
Es habitual el comportamiento de muchos conductores que pretenden “ganar el cruce”, en especial a los ocupantes de vehículo de menos peso como son las motocicletas, procurando tomar ventaja de su mayor maniobrabilidad y capacidad de aceleración, interponiéndose en la recorrido del otro vehículo, configurando de esa manera la intrusión en su trayectoria.
Hemos agregado un gráfico dando por aceptado que un vehículo ingresó naturalmente a la intersección en uso de su derecho y su conductor se vio sorprendido por el segundo vehículo ingresando por la izquierda, contraviniendo así las disposiciones legales.
En un sistema coordenado de tiempos/distancias, se comprueba que una pequeña diferencia de velocidades entre los vehículos llevan a un punto de cruce situado dentro de los cuadrantes de la intersección, que representa estimativamente el punto en que los vehículos colisionan.
Representando los desplazamientos en un grafico, podemos fundamentar con mayor precisión, dando valores, lo que ocurre en esa encrucijada, que ambos vehículos atraviesan en condiciones de marcha distinta,
Representamos las dos trayectorias partiendo de un punto común, que, a los fines de dar claridad a la imagen, consideramos origen de las distancias y los tiempos.
Estamos representando, por lo tanto, el desplazamiento (en metros) de dos vehículos V1 y V2 que parten al mismo tiempo (t=0) de su posición en el acceso a la intersección. Uno de ellos, el V2 ingresa por la derecha y lo hace a velocidad constante, reglamentaria, de 30 km/h (8.3 m/seg) y el segundo (V2) se desplaza con un movimiento acelerado,
Cumplido un tiempo t, las distancias recorridas por los vehículos, serán dadas por las expresiones .
-d1=½*a*t^2 para V1-
-d2=v2*t para V2
donde el componente “distancia inicial” no tiene entidad por haber asumido que el vehiculo 2 venía circulando a velocidad constante al ingresar a la encrucijada mientras que el V1 partió del reposo y aceleró al decidir atravesar la intersección y adelantarse al V2.

Observamos que transcurrido el tiempo de 2 segundos ambos han recorrido la misma distancia de 4 metros, en la que se encuentran y colisionan.
Agregamos que la prioridad otorgada al conductor/vehículo que ingresa por la derecha resulta ser una consecuencia de la mecánica del tránsito en comunidades que se desplazan por la derecha de la calzada, como es la argentina.
En estos casos, el conductor está situado a la izquierda del vehículo, lo que lo coloca en situación alto riesgo si recibe un impacto del que ingresa por la izquierda, que golpea directamente sobre el lateral en que está ubicado el conductor.
Si bien es cierto que los vehículos mejor equipados prevén esa situación colocando un airbag para protegerlo, no todos cumplen con esa condición y dejan al conductor expuesto a un golpe sobre su persona.

Ing. H. Bruno Alvarez
City Bell - Argentina

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